Ligamentos de la rodilla y función - Tratamientos

La articulación de la rodilla

La rodilla es la articulación más grande y una de las más complejas del cuerpo. Su estabilidad y movimientos están asegurados por 4 ligamentos principales (dibujo):

• El ligamento cruzado anterior (LCA) (1)
• El ligamento cruzado posterior (2)
• El ligamento colateral interno (LIC) (3)
• El ligamento colateral lateral (4)

Los meniscos internos (5) y externos (6) son amortiguadores, pero también estabilizadores para la rodilla. Los meniscos también protegen la rodilla del desgaste demasiado rápido del cartílago articular y, por tanto, de la osteoartritis.

El ligamento es un haz muy fuerte de tejido fibroso (como una cuerda) que conecta dos huesos en una articulación. En caso de traumatismo violento en la rodilla (esguince), los ligamentos y/o meniscos pueden lesionarse, romperse parcial o totalmente.

Los jóvenes que practican habitualmente deportes de contacto, como fútbol, ​​baloncesto, balonmano, rugby o esquí, son los más afectados por las lesiones de ligamentos. Los esguinces de rodilla también se producen en deportes artísticos, deportes de raqueta o artes marciales. La cantidad de horas de entrenamiento, el nivel y la acumulación de competiciones son factores de riesgo adicionales para el niño o adolescente en crecimiento.

Las lesiones de los ligamentos de la rodilla pueden ser muy incapacitantes y crear una inestabilidad de la rodilla, a veces muy sentida por el joven, pasando a veces casi desapercibida. Pueden ser más o menos graves, pudiendo ir desde un simple estiramiento del ligamento hasta su rotura completa.

Tratamiento en niños y adolescentes

La reparación de lesiones de rodilla en niños y adolescentes siempre debe tener en cuenta el potencial de crecimiento residual de la rodilla.

El tratamiento puede ser:

• Conservador: Inmovilización de la rodilla y rehabilitación mediante fisioterapia
• Quirúrgico: Que requiere una operación para reemplazar el ligamento dañado

La elección del tratamiento para un niño o adolescente se realiza en función de diferentes criterios. Los síntomas (inestabilidad, inseguridad, dolor, etc.), la presencia de lesión meniscal asociada, el grado de madurez ósea y el deseo de volver a la actividad deportiva son criterios a tener en cuenta a la hora de decidir el tratamiento adecuado. Estos elementos se analizan con el cirujano que brinda atención.

 Lesión ligamento cruzado anterior

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