Tratamientos para el dolor de espalda

Tratamientos para el dolor de espalda

¿Qué es el dolor de espalda?

Cualquier inflamación provoca dolor. La causa del dolor es la aparición en el musculo, tendón o articulación de sustancias activas como la interleukina-1.

El organismo en estas circunstancias crea unos receptores para facilitar su acción.

Lo que en un principio puede resultar beneficioso, se convierte en perjudicial si se convierte en algo crónico, ya que estas sustancias activas empiezan a actuar de forma automática, provocando no solo dolor sino también lesiones en los tejidos como tendinitis o artrosis.

¿Qué tratamientos existen para el dolor de espalda?

 

Método Orthokine

Este método permite desarrollar un bloqueante (Interleukina-R1), obtenido de su propia sangre, que bloquea los receptores de la interleukina-1, con lo que el beneficio de la terapia se perpetúa durante meses, aunque no se siga inyectando.

Es totalmente natural, autóloga y no necesita del uso de medicamentos para producir su efecto. Aporta agentes mediadores de la inflamación y además otros agentes regeneradores como son los factores de crecimiento del plasma.

Carece de efectos secundarios y puede repetirse tantas veces como sea necesario, aunque la aplicación de 4 a 6 inyecciones suele ser suficiente para conseguir un resultado óptimo.

 

Método Kovacs

La neurorreflexoterapia es un método que consiste en la implantación sobre la piel, durante un periodo de tiempo no superior a tres meses, de grapas de dos milímetros en torno a la columna vertebral. Estas grapas actúan como inhibidores del dolor, la inflamación y las contracturas. Es un sistema sobre cuya efectividad ya no existe ningún debate científico.

Está indicado para personas que padecen de dolores de espalada, durante más de dos semanas, que no remiten pese a los tratamientos farmacológicos y que no son susceptibles de ser resueltos mediante intervención quirúrgica.

El 96% de los pacientes padecen de dolor de espalda por un funcionamiento de los músculos, tendones y ligamentos, mientras que solo el 4% sufren alteraciones vertebrales como hernias discales o estenosis lumbar.

 

 Método por Rizólisis

Este método consiste en la destrucción de los nervios que trasmiten la sensibilidad de la articulación facetaría, habitualmente quemándola por radiofrecuencia.

El objetivo es mejorar el dolor en los casos en los que este se debe a la degeneración de la articulación facetaría.

 

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