Niños y dolor de espalda (Parte 2)
¿Cuándo debería ver mi hijo a un médico?
Hay una serie de situaciones en las que su hijo debe consultar a un médico:
- Si son menores de 4 años.
- Si su dolor de espalda continúa durante más de cuatro semanas.
- Si su dolor de espalda les impide hacer cosas.
- Si se siente mal y / o tiene fiebre alta o pérdida de peso.
- Si el dolor empeora.
- Si tiene hormigueo, entumecimiento o debilidad.
- Si comienzan a desarrollar una curvatura de la columna.
- Si comienzan a quejarse de rigidez o dificultad para moverse.
¿Qué hará el doctor?
El médico le hará a usted o a su hijo preguntas sobre el dolor de espalda y la salud general
El médico examinará a su hijo. Es posible que quieran comprobar:
- El sitio del dolor.
- El sitio de cualquier ternura.
- La apariencia de la espalda de su hijo (en busca de características inusuales como atrofia muscular o curvatura).
- La forma en que camina su hijo ...
- Cuánto puede doblar la espalda su hijo ...
- El sistema nervioso de su hijo (incluidos los signos de debilidad o entumecimiento).
¿Mi hijo necesitará alguna prueba?
Una vez que el médico haya obtenido información sobre los síntomas de su hijo y los haya examinado, ocasionalmente querrá hacer algunas pruebas. En la mayoría de los casos, será un análisis de sangre y una radiografía.
Ocasionalmente, su hijo necesitará pruebas más complicadas, que deberán ser solicitadas por un especialista. Esto puede incluir:
- Una gammagrafía ósea: es una gammagrafía de los huesos después de que se inyecta una pequeña cantidad de tinte en la vena de su hijo. La aguja que se usa es muy pequeña y generalmente no causa muchas molestias, si es que las hay.
- A veces se requieren otras exploraciones más complicadas, como una exploración por resonancia magnética (MRI) o una exploración por tomografía computarizada (TC).
¿Qué opciones de tratamiento están disponibles para un niño con dolor de espalda?
En muchos niños, el dolor de espalda es de corta duración y desaparece sin tratamiento. Los estudios han encontrado que esto ocurre en aproximadamente la mitad de todos los adolescentes con dolor de espalda, y generalmente se debe a actividades deportivas demasiado entusiastas o al uso de mochilas.
Si el dolor de espalda persiste, es importante investigar la causa. Los analgésicos simples como el paracetamol o el ibuprofeno pueden ayudar. Su hijo puede ser derivado a un fisioterapeuta que le aconsejará sobre cualquier cambio que se pueda hacer en el estilo de vida de su hijo para aliviar el dolor y evitar que vuelva a ocurrir. También pueden proporcionar diversas formas de tratamiento físico y aconsejar un curso de ejercicios que se pueden realizar en casa.
Si el dolor de su hijo dura más de 4 a 6 semanas, está empeorando o está acompañado de características inusuales como temperatura alta persistente (fiebre) o entumecimiento, es posible que lo deriven a un especialista. Si existe una causa grave, generalmente es importante comenzar el tratamiento lo antes posible. El tratamiento aconsejado por el especialista dependerá de la causa.
¿El dolor de espalda en los niños tiene alguna complicación?
En muchos casos, el dolor de espalda desaparece sin ningún tratamiento y no hay complicaciones. Es importante diagnosticar causas graves para que el tratamiento pueda iniciarse más temprano que tarde. De lo contrario, es posible que el dolor de espalda se vuelva persistente o que se desarrolle una complicación como la curvatura. Si el niño desarrolla dolor de espalda a largo plazo, puede deprimirse y no poder hacer algunas de las cosas que disfrutan los niños, como jugar y practicar deportes.
¿Se puede prevenir el dolor de espalda en los niños?
Resulta que cuando nuestras madres nos dijeron que dejáramos de encorvarnos, nos estaban dando buenos consejos. El dolor de espalda a menudo se puede evitar sentándose y de pie correctamente. También puede ser útil levantar correctamente y evitar acciones repetidas que tensionen la columna vertebral (como el esfuerzo excesivo durante los deportes).
Mantener a su hijo feliz y libre de estrés a menudo es más fácil de decir que de hacer, pero se sabe que las dificultades de salud mental están asociadas con el dolor de espalda.
Las mochilas suelen ser una causa de dolor de espalda en los niños. Asegúrese de que no sean demasiado pesados y que el peso se distribuya por igual (por ejemplo, llevando la mochila en dos hombros en lugar de uno). Si hay un casillero disponible, anime a su hijo a usarlo. La natación es útil, pero hay poca evidencia que sugiera que otras actividades deportivas previenen el dolor de espalda. Sea sensato acerca de la cantidad de ejercicio que hace su hijo. Demasiado o muy poco puede ser perjudicial.
Enlace a la primera parte: https://traumacentervalencia.com/noticia/111-ninos-y-dolor-de-espalda-parte-1
Comentarios