Displasia de cadera

Displasia de cadera

Qué es la displasia de cadera – Causas y factores de riesgo – Síntomas - Tratamiento

 

 

Que es la displasia de cadera

 

La displasia de cadera es una anomalía congénita que afecta principalmente a recién nacidos y niños pequeños. Consiste en la deformación de la articulación de la cadera.

En efecto, esta patología resulta de un problema con el desarrollo de la cadera del feto durante su crecimiento, y se caracteriza al nacer con un mal ajuste del fémur en la articulación.

En general, la displasia provoca una ligera laxitud de la cadera, pero también puede provocar una luxación total de la articulación. Si no se trata, esta patología puede provocar cojera, dolor o discapacidad en los casos más críticos.

La displasia de cadera afecta en promedio a 1 de cada 1.000 bebés al nacer y afecta con más frecuencia a las niñas que a los niños. El diagnóstico de esta patología es obligatorio en el momento del nacimiento del recién nacido y lo realiza el pediatra de maternidad. Esta patología puede ser de origen genético, por lo que se presta especial atención a los bebés cuyos familiares han sido afectados.

 

Displasia de cadera: causas y factores de riesgo

 

Además de los antecedentes familiares, la displasia de cadera es una patología que puede estar provocada por diferentes factores:

  • La presentación podálica del bebé al nacer aumenta en gran medida el riesgo de displasia de cadera en el recién nacido. De hecho, las caderas del bebé están en posición flexionada mientras que las rodillas están en extensión, lo que favorece el desarrollo de displasia. La posición de nalgas también es particularmente compleja de manejar para los obstetras-ginecólogos en el momento del parto.
  • Una cantidad baja de líquido amniótico o un útero pequeño en la madre también son factores de riesgo de displasia de cadera en el recién nacido.
  • Los embarazos gemelares, y más particularmente cuando los bebés tienen las caderas dobladas en flexión, favorecen esta anomalía congénita.
  • Los embarazos múltiples también aumentan el riesgo de displasia de cadera en el recién nacido.
  • Otros factores, como la respuesta fetal al estrógeno materno, así como la posición intrauterina del bebé, también pueden provocar displasia al nacer, más comúnmente en el lado izquierdo.

Si el bebé presenta uno o más factores de riesgo, el equipo médico realizará un cribado ecográfico. De hecho, el examen físico no siempre es concluyente, es necesaria una técnica más avanzada para eliminar dudas.

 

Displasia de cadera: síntomas

 

Los síntomas de la displasia de cadera suelen ser sutiles y, por lo tanto, difíciles de identificar sin un examen exhaustivo mediante radiografía y ecografía. Sin embargo, el médico puede comprobar ciertos signos de advertencia de displasia de cadera en el bebé mediante una simple manipulación u observación del bebé (en particular mediante la maniobra de Barlow):

  • Las piernas del bebé o del niño pequeño tienen diferentes longitudes o muestran signos de desnivel en los pliegues de grasa de las nalgas o las ingles.
  • Se escucha un sonido leve, característico y anormal cuando las piernas del bebé se abren y cierran. Este ruido indica una anomalía en la articulación de la cadera.
  • Un problema a nivel de la cadera provoca la imposibilidad de abrir el muslo hacia afuera.
  • El niño, muchas veces mayor, sufre un problema de curvatura de la columna cuyo origen es diferente al de la escoliosis.
  • El niño tiene un problema de cojera o camina de forma anormal sobre los dedos de los pies. Los padres notan este síntoma con mayor frecuencia durante los primeros pasos del bebé.

Si el niño es tratado rápidamente por un especialista, no necesitará pasar por quirófano y volverá a su crecimiento y postura normales. Por otro lado, si la patología no se trata durante el crecimiento, los principales riesgos son: cojera, dolores articulares más o menos intensos y artrosis precoz (antes de los 30 años). Es común que muchos adultos reciban un reemplazo total de cadera debido a una displasia no tratada o no detectada durante la infancia.

 

Displasia de cadera: tratamiento

 

Si el diagnóstico resulta positivo para la presencia de displasia de cadera, se prescribirá al bebé o niño pequeño el tratamiento adecuado en función de la gravedad de su patología. Cuanto antes se trate al recién nacido, más corto y ligero será el tratamiento. La cirugía no es necesaria si la displasia de cadera se trata a tiempo.

En el próximo artículo trataremos más a fondo el Tratamiento de la displasia de cadera.

 

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